EL COBRE DE LA PRIMERA PESETA RUBIA

Restos de mina y poblado. Fotos Pepe Espinosa Hernández

La mina de cobre de Santa Constanza, hoy en ruinas, está situada en el Peñón de Alrután, en Jérez del Marquesado, dando testimonio, junto a las minas de hierro de Alquife, de lo que fue la riqueza minera del MARQUESADO DEL ZENETE, donde los minifundios agrarios y la minería coexistían, por cierto, con los sueldos más bajos de entre los distritos mineros de España.

Explotada desde el calcolítico, en la época romana y bajo el dominio nazarí del Reino de Granada, funcionó hasta la mitad del siglo XX.

Su verdadera explotación a nivel industrial tuvo lugar entre 1850 y 1908, volviendo a retomarse en 1941, finalizada la guerra civil española. De ella salió el cobre para acuñar la primera peseta "rubia" en 1944.

Este complejo minero-industrial contaba además con una fundición, una planta de tratamiento del cobre y del hierro y un poblado de 33 viviendas para albergar a los que llegaron a ser 200 trabajadores en los momentos de mayor producción.

No fue el agotamiento de los yacimientos, sino la entrada de cobre más barato procedente de Chile, junto a otras circunstancias económicas, lo que provocó el cierre definitivo de la mina en 1955, después de haber extraído calcopirita y otros sulfuros de cobre durante más de un siglo.